En mayo de este año hice un curso sobre inversiones para principiantes y quien daba la clase tenía una clara inclinación hacia la inversión de valor, de Graham y Dodd. Es cierto que la teoría es sumamente interesante y uno de sus referentes es Warren Buffett, el mejor inversor de la historia moderna, pero ¿qué tan accesible es para quienes no tuvimos una educación económica y financiera formal?
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Este año, Allison Daminger, doctorando en Sociología y Política Social de la Universidad de Harvard, publicó un artículo en el que propuso una clasificación de los aspectos cognitivos del trabajo doméstico y mostró en qué medida cada género participa de ellos. Para su realización, entrevistó a 70 miembros de 35 parejas*; y sus conclusiones mostraron que se trata de fenómeno de género: son las mujeres quienes más se involucran en los aspectos cognitivos de los quehaceres domésticos.
* Las entrevistas fueron realizadas a parejas de personas cisgénero caucásicas con estudios universitarios e hijos pequeños, la mayoría de ellas heterosexuales, por lo que los resultados no se ajustan a las realidades de muchas mujeres y ni pueden ni pretenden ser generalizados. Seguir leyendo «La dimensión cognitiva del trabajo doméstico: ¿Realmente compartimos las tareas del hogar?»
Haru está un poco excedido, pesa 7.4 kg. Mi mayor preocupación es que tengo que viajar con él en avión en unos meses, y quiero que vaya en la cabina conmigo. Como el bolso que tengo en vista pesa algo menos de un kilo, para ir con tranquilidad, tendría que bajar unos 500 gramos. El lado positivo es que ya hace tiempo está a dieta y viene en descenso (cuando no le controlábamos la comida, había llegado a pesar 8.5 kg). El lado negativo es que tardan más o menos 6 meses en bajar medio kilo, por lo que estamos bastante justos de tiempo. En esta ocasión voy a escribir sobre aquellas cosas que hice que me sirvieron para ayudarlo a bajar de peso.
Como parte del plan de mudarnos con los gatos, nos organizamos de la siguiente forma para encontrar el vuelo que mejor se adaptara a nuestras necesidades:
Una de las primeras preguntas después decidir que nos íbamos fue: ¿cómo nos llevamos a los gatos? La respuesta fácil es con una agencia especializada. La respuesta barata es burocrática. Aún así, hay cosas de las que no podemos escapar, y de eso se trata este artículo.
Recuerdo cuando empecé a comprar online, allá por el 2007, y los paquetes llegaban a la puerta de casa, salvo excepciones, pero llegaban. Esta forma de compra se fue haciendo cada vez más popular hasta que, fuga de dólares mediante, llegó un período en que la aduana argentina funcionó tan mal (peor que ahora) que los paquetes empezaron a «perderse», volver a origen o demorar hasta más de un año en llegar a destino. Perfecto para comprar un regalo de cumpleaños.
No puedo decir que ahora funcione a la perfección, pero por lo menos los libros llegan y hay 3 sitios web que recomiendo fuerte para comprarlos.
Desde chica me ronda en la cabeza la idea de no vivir toda mi vida en el mismo país. Cuando empecé la carrera, soñaba con pasar una temporada estudiando un posgrado en Japón, e incluso concursé por la beca de la embajada una vez. Luego del intento fallido, se enfermó mi padre y, cuando llegó el momento de volver a aplicar, conseguí un trabajo de tiempo completo con una oferta difícil de rechazar. Además de lo económico, irme hubiera requerido mentalizarme para afrontar una relación a distancia, que estabamos dispuestos a emprender, pero no por eso la situación dejaría de ser estresante y movilizadora.
Hablar en público no es lo mío. Y con público quiero decir los 3 jurados de tesis y mi tutor. Me pone nerviosa, se me revuelve el estómago, siento que me voy a olvidar de todo lo que tengo que decir, que no me va a alcanzar el tiempo, que me voy a trabar, que me van a hacer preguntas para las que no tenga respuesta y me autoboicoteo procrastinando cuando debería practicar y cronometrar la presentación. Puro estrés. Puto estrés.
No Vinculante 